Consultoría o asesoría: ¡Eh ahí la cuestión!

Consultoría o asesoría: ¡Eh ahí la cuestión!

Muchas empresas de comunicación, es decir, organizaciones de distintos tamaños, especialidades, experticias y comprensiones de los alcances del término “Comunicación”.

Estas empresas, dedicadas a ofrecer sus soluciones a clientes de todo tipo, están ahora buscando hacer ciertos cambios para llegar a nuevos clientes, estos vienen también atados a cambios en los conceptos sobre los que presentan sus servicios, veremos algunos de ellos:

Proyecto

Es el plan y ejecución de una serie de acciones que se llevan a cabo con el fin de conseguir un objetivo determinado.

Proyecto de Comunicación

Es el planteamiento y ejecución de un Plan de Comunicación -por parte de un tercero – para un problema determinado de una entidad o personaje, durante un tiempo determinado.

Asesoría

Actividad de apoyo especializado subcontratado para una persona o entidad que lo requiera, en temas permanentes.

Consultoría

Actividad de apoyo especializado subcontratado para una persona o entidad que lo requiera, en temas puntuales y específicos.

Muchas organizaciones hoy migran a cambiar su modelo de la consultoría (de corto alcance de tiempo) y de soluciones puntuales en problemas específicos, a la asesoría, que implica una relación más larga con el(la) cliente; otras verán más rentable acceder a varios clientes, tal vez más pequeños y variados, y lograr objetivos comunicativos a corto plazo.

Igual, en uno y otro caso, se ejecutan proyectos por parte de equipos, casi siempre, interdisciplinarios; con el fin de garantizar la obtención de logros a nivel comunicativo.

Aquí cabe advertir, sin embargo, que no muchas organizaciones optarán por asesorías de largo plazo, pudiendo contar con una dirección de Comunicaciones, que en dado caso, se apoye para temas puntuales de consultores especializados en determinadas áreas; aunque siempre es posible que algunas Asesorías se logren, sobre todo para aquellos que consigan resultados de largo aliento que impacten, por ejemplo en la reputación del cliente, sin lugar a dudas, su más valioso activo intangible.