Inteligencia emocional: el verdadero diferencial del líder
En 1983, el profesor de la Universidad de Harvard, Howard Gardner, presentó su teoría de las inteligencias múltiples; la cual ha desvirtuado, en gran medida el modelo unívoco basado en el IQ o CI (Coeficiente Intelectual), que mide básicamente la velocidad de procedimientos lógicos matemáticos, la comprensión verbal, la memoria y la capacidad visuoespacial.
Con ese modelo muchos de nosotros crecimos, sin entender del todo por qué (las) mejores estudiantes de nuestra clase nunca terminaron liderando compañías, dirigiendo destinos o inspirando cambios en sus entornos.
Pero ¿por qué? ¿no eran los(las) más inteligentes? tal vez tenían el CI más alto y seguro tenían los mejores puntajes en sus exámenes; pero no conectaban con los grupos, su discurso no atrapaba y democráticamente no eran vistos como los líderes; quizás algunos raros casos sí, pero de seguro, no en la mayoría.
Y es que según Gardner no existe solo un tipo de inteligencia sino ocho.
Las ocho inteligencias de Gardner
Lógico-matemática: La premiada socialmente, la que defienden la mayoría de los solitarios, pero necesarios matemáticos e ingenieros; pero ¿cuántos de ellos lideran sus proyectos?
Visuo-espacial: Los genios visuo-espaciales son quienes manejan a otro nivel distancias y espacios, incluso de manera aplicada ¿o es que los pilotos de fórmula uno son cualquiera?
Corporal (o quinestésica): Es la habilidad que desarrollan algunas personas, que dedican su energía a su arte físico. Bailarines, deportistas de élite y maestros de artes marciales son ejemplos de este tipo de inteligencia.
Musical (o rítmica): Es la que desarrollan algunas personas, que las hace virtuosas y creativas de piezas maestras musicales.
Intrapersonal (o individual): Es la que desarrollan las personas que analizan problemáticas complejas, a partir del auto conocimiento, sus más grandes exponentes son los grandes pensadores y filósofos.
Naturalista: Para Occidente este tipo de inteligencia es la que desarrollan los científicos ambientalistas o biólogos; se nota que no reconocen a verdaderos genios de la conversación con sus entornos naturales como los indígenas americanos o los aborígenes australianos.
Interpersonal (o social): Es la inteligencia que desarrollan las personas en la interrelación con los demás. Para algunos autores, es la capacidad de “ponerse en los zapatos del otro” y de identificarse con él o ella; al nivel de lograr una conexión que atraiga al otro.
Lingüística (o verbal): Es pura capacidad expresiva, sea verbal o escrita. Aquí están los literatos y los oradores.
Como se ve, quienes “triunfan” en la vida no son quienes tienen un poco de todas las inteligencias, sino quienes se especializan y explotan al máximo la que más tienen desarrolladas. Ejemplos, todos los que se nos ocurran, y si nos fijamos, hay muy pocos que tengan varias de ellas muy desarrolladas: Hay muy pocos Leonardo Da Vinci.
Así, no es raro, que quien desarrolla mucho su inteligencia en una de estas ocho, no tenga muy desarrolladas las otras: es la limitada condición humana.
¿Y la inteligencia emocional?
La inteligencia emocional es un poco el uso de estas dos últimos tipos de la inteligencia lingüística y la interpersonal: es la inteligencia potencial del líder, del que inspira a los de las demás inteligencias a apoyarlo(a) o a compartir su proyecto.
Para Saloway y Mayer (1990) “la inteligencia emocional es la habilidad para monitorear los sentimientos y emociones propios y ajenos, discriminar entre ellos y utilizar esa información para dirigir los propios pensamientos y acciones”.
Finalmente, para Daniel Goleman (Emotional Intelligence), la inteligencia emocional es un conjunto de competencias emocionales, que se trabajan de modo experiencial, para tener nuevos hábitos emocionales. Esto se logra a través del autoconocimiento. Estas competencias emocionales son:
– Autoconocimiento: conocerse a sí mismo
– Autogestión: manejarse y ser capaz de cambiar hábitos
– Motivación interna: Tener metas y seguirlas
– Comunicación y empatía: Para algunos autores es ir más allá de la empatía (reconocerse en el otro), sino que es llegar a la compasión, es decir, a actuar en favor del otro.
– Liderazgo: Capacidad de influir.
Así, pues parece ser que es este tipo de inteligencia el perfil de quienes lideran grupos, quienes tienen un “aura” que cautiva y emociona. Es a ellos a quienes seguimos. Son los CEO de la vida.